¿A quién no le gusta el helado? Este famoso postre, tan buscado en verano esconde un montón de secretos. ¿Quieres descubrirlos? ¡Sigue leyendo!
El origen del helado como tal es incierto, ya que antes del 400 aC en Persia ya había un postre frío tipo pudín o flan hecho de agua de rosas y cabello de ángel, que parecía lo que hoy llamamos sorbete, aunque el nombre de helado no lo encontraremos hasta siglos más tarde, ligado al avance tecnológico.
Los romanos también tenían su propio «helado» hecho de fruta miel y nieve, aunque tampoco se consideran sus inventores, ya que los chinos, muchos siglos antes ya hacían la misma mezcla.
También hay registros que Alejandro Magno o el emperador Nerón ya hacían enfriar los zumos de fruta con hielo o nieve.
No fue hasta el s. XVI que se descubrió que el nitrato de etilo mezclado con nieve producía una bajada de temperatura importante en la fabricación de helados.
El 1686 el siciliano Francesco Procopio dei cuchillo abrió en París una tienda llamada Café Procope, famoso por su café y sus helados. Incluso el rey Luis XIV lo llevó a su presencia para felicitarle. Y así es como nació la primera heladería.
¿Os ha entrado ganas de comer uno? ¡Vamos!
Helado de Yogur cremoso
ingredientes
2 yogures naturales
250ml de nata para montar
75g de azúcar
fruta fresca
Preparación
Batimos ligeramente la nata.
Batir los yogures con el azúcar y lo añadimos a la nata.
Batimos todo junto hasta que se forme una masa cremosa.
Ponemos la mezcla en la nevera unas horas hasta k esté bien frío.
Ponlo a la máquina de helados hasta que monte.
Servir con fruta fresca cortada en dados.
Si no tenemos máquina de helados ponlo en un molde metálico y el más fino posible. Tapa con film y congelalo. Remover cada media hora durante 3 horas y ya lo tendremos listo!